El martes 15 de octubre se llevó a cabo un encuentro de lo más peculiar en la sede del COMITES de Buenos Aires. En medio de su gira por Argentina, Enzo Randazzo, escritor siciliano, dio una conferencia. Fue, en pocas palabras, un racconto de su vida, de su madre patria y de su paese natal, Sambuca. Bajo el título “Italia, Sicilia e la Sicilianità nel mondo contemporaneo” y con un salón lleno, Enzo nos invitó a un viaje por la historia y la cultura ítalo-siciliana, donde la identidad siciliana fue la gran protagonista.
Enzo Randazzo: un escritor siciliano en Argentina
Nació bajo el nombre de Vincenzo Randazzo pero la cultura italiana contemporánea lo conoce como Enzo. Su pueblo natal es Sambuca, provincia de Agrigento, Sicilia. Además de escritor, es director de teatro y docente de italiano y de latín. Posee en su haber más de veinte publicaciones y diversos reconocimientos a su trayectoria. Creó el Premio Letterario Internazionale “Navarro” y organizó múltiples conferencias sobre Emanuele Navarro della Miraglia, precursor del Realismo y el Decadentismo en Italia. Su gira por Argentina comenzó en Buenos Aires, específicamente en el Círculo Albidonese, en La Boca y en la sede del COMITES, ubicado en el microcentro porteño, donde lo encontramos. Luego, continúa por Rosario, Paraná y Mar del Plata.
Con la Sicilia nel cuore
La conferencia “Italia, Sicilia e la Sicilianità nel mondo contemporaneo” comenzó pasadas las 18 hs del martes 15 de octubre. El salón de la sede del COMITES de Buenos Aires, ubicado en la calle Reconquista, estaba lleno. Ni una aguja entraba, con público sentado y de pie. Todos, atentos a las palabras de este escritor siciliano que nos recuerda (un poco) al hablar de nuestros antepasados. Fue presentado por el Presidente del COMITES, el Dr. Darío Signorini y por María Josefina Cherutti, escritora ítalo-argentina.
También se encontraban, en la mesa principal, Lorenzo Conti (el Cónsul de Italia en Buenos Aires) e Inés Corda, Consejera y Secretaria del COMITES. A pocos minutos de haberlo escuchado hablar, su voz -entremezclada con el dialecto de su región – nos transportan directamente al bel paese. ¿Cuál es el motor que lo impulsa? Portar Sicilia nel cuore, promover y visibilizar la Sicilianità, de qué se trata ser y sentirse siciliano y compartir sus vivencias del paese natal, a través de sus obras.
¿Qué es la Sicilianità?
El viaje a Argentina fue la realización de un sueño que comenzó antes de la pandemia, así inicia el escritor siciliano. Gracias al entusiasmo de amigos italianos y argentinos pudo “cruzar el charco”, hacer el camino inverso de tantos migrantes y cumplir su ideal. Tres ejes son principales en su conferencia: la cocina, la familia y la inmigración. Más italiano no hay. A través de anécdotas personales, Enzo desteje (cual hilo de Ariadna) ese pasado familiar que lo une a Sicilia y le permite reconocer la Sicilianità, la identidad de ser y sentirse siciliano, fuera de su país.
Sicilia y la identidad cultural
Hablar de Sicilia es hablar del pasado, de la historia, de la Grecia Antigua y de las diversas civilizaciones que la habitaron. Es hablar de la cuna de la filosofía, de la matemática, de la cultura de Occidente en general. Asimismo, es referirse a la migración, a los que se fueron pero también a los que llegaron, para dejar su huella. Sicilia es, además, su literatura, sus escritores y obras: Emanuele Navarro della Miraglia, Giovanni Verga, Luigi Capuana, el eterno Luigi Pirandello, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, Leonardo Sciascia.
Cara a cara con Enzo Randazzo
Al finalizar la conferencia y luego del momento de las fotos, “La Sfogliatella” tuvo la posibilidad de realizar una breve pero profunda ciacchera con Enzo. El centro de la conversación fue la relación entre la cultura italiana y la argentina, de qué modo se enriquecen ambas tradiciones. “Durante mi viaje por Argentina, me sorprendió especialmente el calor, la espontaneidad del sentimiento de nostalgia y amor por la Patria de todos los italianos. Esto ciertamente tuvo fuerza y mayor visibilidad en la cultura siciliana, como también en Italia y Argentina”.
“De esta forma, tales tradiciones presentan analogías y similitudes porque son culturas fundadas en la aceptación de la diversidad, en el sentido de familia, de hospitalidad, de acogida. Son buenos valores de nuestra sociedad”, comienza a reflexionar Enzo. Dicha aceptación de la diversidad – señala el escritor – “puede portar una cultura de paz”.
Sicilia, centro del Mediterráneo
“Pienso a Sicilia como la tierra que puede ser tanto el centro del Mediterráneo como el centro de Italia y un punto de agregación para Europa del norte con el mundo del sur. Puede proporcionar intercambios comerciales, de amistad, de solidaridad y de ayuda, en cuanto a la cultura científica, literaria pero también innovadora y tecnológica”. Enzo sostiene que Sicilia, con su ubicación geográfica estratégica, puede ser un apoyo al desarrollo de la sociedad de África del Norte y de la sociedad asiática, al encontrarse muy próximas entre sí. De esta forma, dichas sociedades pueden convivir “el ideal de hermandad, amistad, solidaridad y, sobre todo, en el espíritu de libertad democrática”.
¿Qué mensaje darías a la colectividad italiana en Argentina?
Llegado este punto, Enzo reconoce la necesidad e importancia de transmitir el legado de dichos valores a las nuevas generaciones. “Porque son siempre los jóvenes los responsables de construir un futuro, construir su sociedad, su desarrollo, su forma diferente de trabajar, de expresarse y de crear. Por ello, me gustaría decirles que se sientan orgullosos de su historia, su lengua, sus tradiciones y que los reivindiquen. Estos valores provienen de experiencias culturales antiguas: la cultura griega, la cultura romana, la cultura árabe, la cultura de los españoles, de los franceses. No podemos olvidarnos de la cultura italiana que tiene un risorgimento más joven, más fresco, pero también muy interesante”.
Los jóvenes, motores del futuro
Enzo reconoce que la modernidad no siempre acompaña el camino de la paz, sin embargo aconseja a las nuevas generaciones de la colectividad a construir insieme un futuro. Por eso, deben “aprender el italiano para conocer las sociedades que los han precedido”. Asimismo, es necesaria “la conciencia de los valores, de la historia y de la cultura, para poder proyectarnos con seguridad y confianza hacia un futuro diferente y cambiante”. En este contexto, Enzo destaca los desafíos de la globalización, de la inteligencia artificial y del desarrollo tecnológico a los cuales los jóvenes se enfrentan.
“Por lo tanto, les diría que utilicen la cultura tecnológica pero que también posean la capacidad de la reflexión, la cultura reflexiva, que los ayudará a crecer y a madurar los valores. Así podrán construir una sociedad más justa, más libre y más desarrollada en la que todos tengan derecho a vivir. Pienso en un mundo en el que todos tengan derecho a tener esperanza, en el que todos tengan derecho a poder soñar”.