Ciudadanía italiana: Nuevas restricciones y requisitos

Un nuevo decreto establece que, a partir de hoy, solo podrán acceder a la ciudadanía italiana los nietos e hijos de italianos. En esta nota te contamos todos los detalles acerca de esta decisión. Además, te explicamos cómo afectará a aquellos que se encuentran en proceso de obtener la misma.

“Ser ciudadano italiano no es un juego para obtener un pasaporte que te permita ir de compras a Miami”

Ayer (28 de marzo), a través de un decreto, el gobierno de Giorgia Meloni limitó el alcance de lo que se conoce como el Ius sanguinis (derecho de sangre). Este criterio jurídico permitía a cualquier persona con al menos un ancestro italiano vivo después del 17 de marzo de 1861, solicitar la nacionalidad italiana. Sin embargo, ahora, solo quienes tengan padre o abuelo nacido en Italia podrán avanzar con el trámite.
La noticia cayó como un balde de agua fría en la colectividad italiana de Argentina, una de las más grandes del mundo. Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, en 2024, 30.000 argentinos obtuvieron la ciudadanía italiana a través del mencionado proceso judicial. Por otro lado, desde finales de 2014 hasta finales de 2024, los ciudadanos residentes en el extranjero pasaron de unos 4,6 millones a 6,4 millones: un aumento del 40% en 10 años. Además, hay más de 60.000 procedimientos legales pendientes para establecer la ciudadanía.

El Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, afirmó: “El principio del ius sanguinis no se verá menoscabado y muchos descendientes de emigrantes podrán seguir obteniendo la ciudadanía italiana, pero se fijarán límites precisos, sobre todo para evitar abusos o el fenómeno de la ‘comercialización’ de pasaportes italianos. La ciudadanía debe ser un asunto serio”.

El decreto en detalle

El conjunto de medidas legislativas que adoptó el Concejo de Ministros prevé equiparar los criterios de reconocimiento de la ciudadanía italiana a los de otros países europeos. Según el gobierno, esto liberará recursos para hacer más eficientes los servicios consulares, en la medida en que podrán dedicarse exclusivamente a quienes tienen una necesidad real, en virtud de su vínculo concreto con Italia.
El Concejo explicó: “El sistema actual repercute en la eficiencia de las oficinas administrativas o judiciales italianas, que se ven sometidas a la presión de quienes viajan a Italia solo para intentar acelerar el proceso de reconocimiento de su ciudadanía, alimentando también el fraude o las prácticas desleales”.

Ciudadanía italiana - Concejo de Ministros.
El Concejo de Ministros durante el anuncio del decreto que entró en vigencia ayer.

Algunas normas ya entraron en vigor inmediatamente. Posteriormente, se procederá a una reforma orgánica de los requisitos sustantivos y de los procedimientos relativos a la ciudadanía.
En una segunda fase, se obligará a los ciudadanos nacidos y residentes en el extranjero a mantener vínculos reales con Italia a lo largo del tiempo, ejerciendo los derechos y deberes de un ciudadano al menos una vez cada 25 años.
La reforma se completa con un segundo proyecto de ley que también revisa los procedimientos de reconocimiento de la ciudadanía. Los residentes en el extranjero ya no se dirigirán a los consulados, sino a una oficina centralizada especial. Habrá un periodo transitorio de aproximadamente un año para la organización de la oficina. “Los consulados tendrán que centrarse en prestar servicios a los que ya son ciudadanos y dejar de ‘crear’ nuevos ciudadanos”, explicaron.

Turnos suspendidos hasta nuevo aviso e incertidumbre entre los gestores

Con la entrada en vigencia del decreto, todas las citas para la presentación de documentación a efectos del reconocimiento iure sanguinis, la fijación de nuevas citas (a través del portal Prenotami), así como la inscripción (también a través del portal Prenotami) en las listas de espera para la presentación de solicitudes de reconocimiento quedaron suspendidas. Desde el gobierno explicaron que habrá más información al respecto en las próximas semanas.
La Sfogliatella se contactó con algunos gestores de la ciudadanía que se mostraron perplejos ante este anuncio. “Se veía venir, pero no había certezas concretas sobre cuál iba a ser el alcance real de la medida. No queremos desinformar al público así que estamos esperando a tener más detalles sobre la medida”, explicó un gestor. Los más optimistas confían en que el decreto será derogado por el Parlamento por ser inconstitucional. Por último, un dato no menor: también aumentó el costo del trámite. La tarifa para tramitar la ciudadanía pasó de 640 euros a 700 euros.

Qué pasa con los trámites ya iniciados

Para traer un poco de calma a quienes ya iniciaron el trámite para obtener la ciudadanía italiana, este medio consultó a una abogada especializada en derecho internacional privado que explicó lo siguiente: “Las personas que ya iniciaron el trámite y presentaron su carpeta, no tienen de qué preocuparse. El proceso de obtención de la nacionalidad se inició previo a este decreto por lo cual se le aplica la norma anterior”.
Para aquellos que no son nietos o hijos de italianos, se abre otra posibilidad. “Pueden iniciar un proceso judicial a través de una carta documento pero es todo tan reciente que preferimos esperar a tener más información para poder explicar cuáles son los pasos a seguir”, dijo la abogada.
Un dato a tener en cuenta: Los descendientes de ciudadanos italianos nacidos en el extranjero deberán registrar su acta de nacimiento antes de cumplir 25 años. Si no lo hacen, perderán el derecho a solicitar la ciudadanía italiana, bajo el argumento de “ausencia de vínculos efectivos con Italia” debido al incumplimiento de derechos y deberes ciudadanos.

Cómo obtener la ciudadanía

Bajo el decreto actual, existen las siguientes posibilidades de obtener la ciudadanía:
– Los hijos menores de ciudadanos italianos podrán obtener la ciudadanía si nacen en Italia o residen en el país por al menos dos años.
– Aquellos que hayan perdido la ciudadanía podrán recuperarla, pero solo si residen en Italia por dos años.
– Los descendientes con al menos un abuelo italiano podrán obtener la ciudadanía tras tres años de residencia en Italia (en lugar de los cinco o diez años requeridos para ciudadanos de la UE y no europeos, respectivamente).
– Los cónyuges de ciudadanos italianos solo podrán solicitar la naturalización si residen en Italia.
– Se establece el derecho a renunciar a la ciudadanía italiana al alcanzar la mayoría de edad, siempre que se posea otra nacionalidad para evitar la apatridia.
– Se reconoce la transmisión de la ciudadanía materna para nacidos después del 1 de enero de 1927, aclarando un punto de interpretación legal.
– El proceso de reconocimiento de ciudadanía se limitará a un plazo máximo de 48 meses.

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