Bianca Giordana: una vida en Italia, con el corazón en Argentina

Solemos escuchar historias de inmigrantes que, en los períodos de guerras mundiales, dejaron su madre patria en busca de un destino para construir un nuevo hogar. Somos hijos, nietos, descendientes de esas familias que sufrieron el dolor del desarraigo. Muchos de nosotros hemos viajado a Italia a conocer la tierra de las raíces. Pero, ¿Cuántas veces hemos escuchado una historia a la inversa? Hoy, desde “La Sfogliatella” les traemos el relato de Bianca Giordana, una joven piemontesa que viajó a Argentina siguiendo los pasos de su bisnonno, Umberto Calamaio. A través de las huellas de Umberto, Bianca reconstruye su historia familiar y nos cuenta su recorrido. 

Una piemontesa en Argentina

Bianca Giordana es italiana, específicamente proviene de la región del Piemonte, sin embargo en la actualidad vive en Bruselas (Bélgica). Estudió Marketing y trabaja para la Unión Europea en el área de comunicación. El viaje a Argentina junto a su novio nació con una curiosidad, recuerda Bianca. Había encontrado “unos comentarios al lado de un libro que Umberto Calamaio, el papá de mi nonna, dejó”. Era, nada más y nada menos, la traducción italiana del famoso libro Cuore (Corazón), de Edmondo de Amicis. “Había solo un par de nombres de dos familias, los Chiantore y los Abrate, y una frase:  ‘Recuerdos de La Para. 25 de junio 1917”. Estos datos se transformaron en una brújula que le guiaba a Bianca su camino. “Entonces, empecé con mi novio y mi tío Aldo a buscar por redes sociales y por Internet. Nos terminamos contactando con el Proyecto europeo ITALEA y con unas asociaciones piemontesas en Argentina, quienes intentaron ayudarnos”.

Umberto Calamaio, un bisnonno viajero

“Mi nonna Marie falleció hace un año. Siempre hablaba de su padre, Umberto Calamaio, quien viajó a Argentina durante 11 años. Cuando volvió a Italia, cantaba canciones de gauchos melancólicos, como si echara de menos a Argentina”, comienza a contar Bianca. “Mi abuela tenía también su coraje. Cuando era niña, traía bienes con su madre de Francia durante la guerra para todo el pueblo y viajó sola a Estados Unidos para visitar a la hermana de su padre más tarde. Siempre le hubiera gustado saber más sobre sus aventuras, pero Umberto no contaba mucho, como muchos emigrantes”. 

Bianca Giordana -
Una carta de su bisnonno Umberto. Autora: Bianca Giordana.

“Umberto viajó toda su vida. Creemos que luego de su arribo a Buenos Aires, pasó por Córdoba a trabajar unos años. Y luego, llegó a La Para porque conocía a una familia piemontesa o porque estaba de camino a Santa Fe. Siempre le hablaba a mi tío Aldo sobre Paraná y visitó Iguazú. Después de Argentina, viajó entre Italia y Francia durante diez años por trabajo. Nuestro pueblo, Entracque, no tenía muchos recursos sobre todo en invierno durante las guerras. Entonces Umberto siempre estuvo abierto a nuevas oportunidades, pero siempre volvió”.

El viaje de Bianca Giordana en Argentina

Bianca Giordano no llegó a encontrar registros formales de su bisnonno. “Los inmigrantes solo se registraban, en principio, al bajar del barco en Buenos Aires y luego nada más, a menos que se casaran o tuvieran hijos. Umberto permaneció 11 años con la Ley Argentina que daba tierras a los italianos para cultivar. Lamentablemente no conseguimos encontrar registros de tierras para saber donde vivió. Sin embargo, hallé una conexión emocional: me reuní con la familia Chiantore que siempre mencionaba mi bisabuelo. Me recibieron con mucha ternura, como si las familias nunca se hubieran separado”, recuerda Bianca con emoción en la voz y en el corazón. Realizar esta travesía, le permitió a Bianca poner en paralelo su propia historia de inmigración.  “Yo también emigré. En mi caso, a Bélgica, hace 3 años y tengo dos vidas separadas”.

Dos familias divididas por el océano

Bianca Giordana encontró en Argentina un segundo hogar. Las historias que había escuchado sobre las aventuras de su bisnonno Umberto, a través de las palabras de su nonna Marie y de su tío Aldo, cobraban sentido a medida que avanzaba su viaje. En nuestro país, Bianca se (re)encontró con los Chiantore, muy nombrados por su bisnonno en sus historias. Casi como si un hilo invisible hubiera mantenido unidas ambas familias a lo largo de los años, con un océano de por medio. “La familia Chiantore fue acogedora, exactamente como mi familia en Piemonte. Tras averiguar nuestra búsqueda y por qué habíamos viajado a Argentina (como hacen los piemonteses), se fiaron inmediatamente de nosotros”.

Bianca Giordana -
El encuentro de Bianca con Guillermo Chiantore. Autora: Bianca Giordana.

Y unidas por el corazón

 “Nos invitaron a su casa para un asado y a conocer el mayor de la familia, el señor Nestor. Era nieto de Victorio Chiantore, mencionado en el libro. Nosotros teníamos su árbol genealógico porque intentábamos entender la relación entre Umberto y los Chiantore”. La existencia de este cuadro genealógico ilusionó mucho a la familia que recibió a Bianca, ya que no tenían ciudadana italiana y, por lo tanto, nunca habían realizado la búsqueda de las raíces“. Como suele suceder, siempre el reunirse alrededor de la mesa, la comida nos trae recuerdos y memorias de nuestros antepasados. El caso de Bianca no fue la excepción. “Durante el asado y charlando con todos, nos dimos cuenta de que posiblemente mi bisabuelo Umberto les había enseñado a leer y escribir a los niños Chiantore”.

La Argentina imaginaria vive en el recuerdo de Bianca Giordana y del tío Aldo

Casi llegando al final de la entrevista, Bianca recuerda que Umberto nunca habló mucho de Argentina de una manera concreta y real. “Su narrativa era más sobre historias, más chistosas, más creativas. Quizá porque a los emigrantes no les gusta, en general, hablar de ese ‘antes’, ni cuando emigran, ni cuando vuelven”. Por lo tanto, la familia Giardona se nutrió a través de estos relatos, mitad míticos, mitad verídicos que construía el bisnonno Umberto y que compartía con Marie y con Aldo, la nonna y el tío de Bianca respectivamente. Una de esas leyendas que quedó para siempre atesorada en la memoria de los Giardona es la que habla sobre la amistad entre Umberto y el aborigen, Homs.

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Bianca junto a los integrantes de la Asociación Piemontesa de Santa Fe. Autora: Bianca Giordana.

“Este indio, como lo llamaba mi bisnonno, era tan alto que podía parar el caballo con sus pies, mientras estaba sentado. Había mucho cariño entre ellos”. Por otro lado, el tío Aldo lo recuerda como si estuviera hablando en este preciso momento con él: “Abuelo, cuéntame de Homs, el indio que te acompañaba a caballo y te hizo comer serpiente por primera vez. Cuéntame de los niños a quien enseñabas a escribir.  Cuéntame de los amigos Chiantore y de los Abrate y de tus novias argentinas. De tus sueños cuando volviste a Entracque, tu pueblo en los Alpes después de 11 años en Argentina y 9 años en Montecarlo, casado y con familia. Cuéntame si te acuerdas de mí….”

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