En el marco de la ya conocida Cátedra Italia de la Universidad de Belgrano, se realizó la conferencia “Italia-Argentina: el amor como puente, la cultura como camino”. La invitada de honor y expositora fue Elisabetta Riva, actual Directora del Teatro Coliseo, único teatro italiano fuera de Italia. Con la presentación de Darío Signorini (COMITES de Buenos Aires) y la presencia de diversos referentes de la italianidad, Elisabetta narró su propia historia de inmigración, un relato inverso al de muchos de nuestros ancestros, y los desafíos de su gestión al mando de uno de los teatros más importantes de nuestro país. Conocé toda la intimidad de esta conferencia que unió una vez más los lazos eternos entre Italia y Argentina.
Italia-Argentina en la Universidad de Belgrano
La cita fue en el Auditorio Urquiza, el martes 22 de abril. Para iniciar, Dino Bellorio Clabot (Decano de la Facultad de Derecho y Cs. Sociales de la Universidad de Belgrano) y Darío Signorini (Presidente del COMITES de Buenos Aires) dieron la bienvenida a los presentes y resaltaron la importancia de la conformación de la Cátedra Italia, como “un espacio para acercarse a la cultura de los inmigrantes” y, además vincular a los jóvenes a las raíces y a las asociaciones. Además, con notable emoción en la voz y en el corazón, el Presidente del COMITES mencionó al Papa Francisco quien “dejó muchas enseñanzas y fue cercano a los jóvenes, los pobres y los ancianos”, muchas veces olvidados. Quien poseía una visión humanista, además de espiritual, y se ocupó de la Paz, del diálogo ecuménico, de los no creyentes y también de la familia, como lugar esencial de encuentro.
La dirección del Teatro Coliseo
La conferencia “Italia-Argentina: el amor como puente, la cultura como camino” tuvo como principal protagonista a Elisabetta Riva, Directora del Teatro Coliseo. De esta forma, luego de unas reflexiones principales, el Presidente del COMITES presentó a la gran protagonista de la tarde. Elisabetta Riva es Doctora en Letras, actriz, directora, productora y pedagoga. Desde el año 2013, es la Directora del Teatro Coliseo, único teatro italiano fuera de Italia. Gracias a sus experiencias, sus conocimientos y su capacidad para trabajar en equipo, Elisabetta logró recuperar la excelencia del Teatro y que se mantenga vivo durante los años de la pandemia hasta la actualidad.
“Argentina me ayudó a reconectarme con mis raíces y mi identidad italiana”
A lo largo de la conferencia, Elisabetta reconoció los distintos puentes desde donde conoció y se sumergió en la cultura Argentina. A la manera de Ariadna, desata el ovillo dentro del laberinto de su historia: los aspectos personales, familiares, profesionales e institucionales que la construyeron. Si bien reconoce que su familia no posee una historia de inmigración, de desarraigo, similar a la de otros connacionales, su amor por Argentina es igualmente fuerte. De hecho, es la primera migrante de su núcleo familiar. Pero, en su caso, el dejar la madre patria no se debió a motivos económicos y/o políticos (como así fue en las grandes migraciones durante y después de las guerras mundiales), sino por elección y por amor. “Argentina me ayudó a reconectarme con mis raíces y mi identidad italiana”, señala la oradora. Y añade que gracias a Argentina pudo forjar una relación más fuerte con Italia.
Conocer Argentina desde Inglaterra
Y la pregunta que se vuelve casi obvia es ¿por qué nuestro país? Podemos decir que experimentó Argentina mucho antes de conocerla, de pisar su suelo. “Siempre tuve por naturaleza el interés por conocer el mundo, sentí que lo primero que tenía que hacer era aprender idiomas”. Aquello que la impulsó fuera de su casa fue la curiosidad por encontrar nuevas culturas, conocer algo diferente. De esta forma, el estudio de las diferentes lenguas le dio esa posibilidad y su interés por el teatro le permitió conocer(se), conocer a otros y al mundo.
El flechazo con nuestro país no se dio en suelo argentino como podría suponerse. “Fue paradojalmente en Inglaterra donde encontré a Argentina”. Elisabetta había viajado a la tierra de Shakespeare a estudiar teatro, nada más y nada menos. “En una escuela de posgrado donde había muchas nacionalidades, (qué casualidad) me hago amiga de un argentino”, sin saber en ese momento de la conexión vital que existe entre Italia y Argentina. De esta forma, cada domingo a la noche, el encuentro con amigos se vivía alrededor del “mate, las empanadas, el dulce de leche y del panqueque”. Lejos de su hogar, Elisabetta había encontrado una familia en Inglaterra, “me atrajo ese sentido de pertenencia, de familiaridad que se vivía en esa casa de argentinos”. Una actitud que le llamó la atención: la creatividad y las ganas de armar debates.
El amor como puente
Gracias a ese grupo de amigos, Elisabetta encuentra al amor de su vida, un argentino que se dedica al teatro, (alerta spoiler) con quien hoy vive en Argentina y tiene un hijo. “No lo conozco en Londres. Nos conocimos en Milán, ciudad a la que vuelvo a vivir y a trabajar”. Allí tenía un emprendimiento, una compañía de teatro en inglés. “Había empezado una metodología para enseñar el idioma inglés utilizando el teatro. Mientras me dedicaba a esa nueva actividad, el argentino Leonardo llega a Milano con el espectáculo ‘Villa-Villa’, de la compañía teatral De La Guarda”.
De esta forma, comienza la historia de amor y así se produce un nuevo acercamiento a la cultura y a la idiosincrasia argentina. Sin embargo, nuestra expositora se daba cuenta de que, aún cuando ya había experimentado la argentinidad, debía aprender el idioma: el castellano. “Así, a la mañana, tomando mate y escuchando canciones de Spinetta”, estudiando los verbos y leyendo, Elisabetta se fue acercando a la teatralidad argentina. “Nadie me había contado que existía una capital cultural y teatral que era Buenos Aires”.
La cultura como camino
Finalmente, en agosto de 2005, luego de experimentar la familiaridad de los argentinos en Inglaterra, de conocer su arte y aprender su idioma en Milano, Elisabetta realizó su primer viaje a Argentina, específicamente a Buenos Aires. “De la mano de Leonardo, actor y director, voy directamente al teatro under”. Fue el segundo enamoramiento, el de la ciudad. “Pensé que después de Londres, ninguna ciudad me iba a fascinar. Buenos Aires tenía ese calor que empecé a encontrar en la calle y no solo en la casa de los argentinos, el domingo a la noche”.
El destino se cumple
Dos años después, en 2007, Elisabetta se instaló de manera permanente en la ciudad. Buenos Aires le dio diversas oportunidades laborales y le permitió ver la parte maravillosa que tiene como urbe, muchas veces ignorada (por costumbre o cotidianeidad) por los mismos porteños. “Creé el mismo esquema de teatro que tenía en Italia enseñando inglés, con el italiano. Me di cuenta de que mucha gente estudiaba el idioma y que buscaba maneras más creativas para poderlo practicar”.
Elisabetta Riva, Directora del Teatro Coliseo
Una vez instalada en Buenos Aires y con un proyecto laboral en marcha, Elisabetta comenzó a acercarse a las diferentes instituciones italianas en la ciudad. “Fue así como observándome trabajar, tanto desde el Instituto Italiano de Cultura y de la Embajada, me invitan a formar parte del Consejo Directivo de la Fundación Teatro Coliseo”. Un par de años después, en 2013, se convierte en la flamante directora del Teatro Coliseo. El camino ya había comenzado, la rueda se había puesto en marcha. Imposible narrar en una sola nota los detalles de toda la conferencia de Elisabetta y los múltiples desafíos a los cuales se enfrentó y se enfrenta cotidianamente. La obtención de recursos, la convocatoria de productores, la reparación del escenario (como corazón del teatro), la restauración de las butacas, la identificación de la Ley de Mecenazgo son algunas de las pruebas, cual Hércules, que tuvo que afrontar.
Un gran desafío cultural
Asimismo, no nos olvidemos de la búsqueda de contenido de calidad y de interés para los argentinos y sostener la motivación del personal. “Obviamente no se puede hacer todo junto y la dificultad fue establecer prioridades: a corto, medio y largo plazo”. Es importante resaltar que su gestión es molto difficile y desafiante: debe capitanear no solo un teatro, sino EL único teatro italiano fuera de Italia. Y por si fuera poco, debió y debe surfear las diversas adversidades económicas (principalmente), para sostenerlo.
Entre las renovaciones que debieron realizarse en el edificio, además del escenario, se impulsó la restauración de las butacas. Al igual que el resto de los arreglos, dicha reparación suponía una gran cantidad de dinero porque se debía mantener el diseño estético del primer Teatro, el de la década del 60’. Lejos de bajar los brazos, con la energía y el empuje que los caracteriza y luego de diversas propuestas, nació el proyecto “Dedica”.
“Dedica”: un nuevo lazo con las raíces
Bajo el lema “Renová el teatro, escribí la historia”, “Dedica” es una campaña que busca enlazar una parte fundamental y esencial del Teatro (como son las butacas) con el legame afectivo de los italianos y sus descendientes en Buenos Aires. De esta forma, se invita a ser auspiciante y a dedicar la butaca elegida a una persona querida. Cada butaca renovada lleva una placa conmemorativa con el nombre de la persona o de la institución junto a un código QR. Allí se podrá acceder a la historia de cada dedicatoria, en reconocimiento a su vínculo significativo con el Teatro Coliseo y con la comunidad italiana en su totalidad. De esta forma, “Dedica” no solo es una donación sino que se transforma en un nuevo puente entre pasado, presente y futuro, en una nueva huella que dejamos en el patrimonio cultural italiano en Buenos Aires. Si bien la celebración inaugural de las butacas ya se llevó a cabo, aún quedan butacas sin dedicar. Para acceder a ellas, los invitamos a visitar el link del Teatro.
Una identidad italiana para el Teatro Coliseo
Una vez comenzadas las tareas de restauración del teatro, se volvió necesario devolverle su identidad italiana. En una primera instancia se buscó dar a conocer la existencia de dicho teatro italiano en Italia y en las diversas instituciones diplomáticas. Asimismo, aún cuando – tal como explica Elisabetta- el Teatro no produzca sus propias obras, es fundamental que el contenido que promueva tenga relación con el bel paese. Con dicha idea en mente, se comenzaron a idear diversas propuestas de, para y sobre la italianidad.
Un claro ejemplo es la conmemoración de la Festa della Repubblica y del Concierto de Fin de Año. También podemos mencionar los proyectos Italia 21 (2017-2024) y Divina Italia (2023-2024). Este último exploró el gran legado del arte musical italiano y fue llevado a cabo en el Teatro Colón. Las propuestas no terminan ahí. Elisabetta reconoce que se continúan desarrollando e ideando nuevas actividades para mantener vivas las raíces del Teatro Coliseo, valorar el arte y que sea promotor de la cultura italiana en el exterior.
Italia-Argentina: la conexión se vuelve más fuerte
Frente a las adversidades, se vuelve un desafío cultural la mantención tanto de la voluntad de todos los trabajadores del Teatro como de la visión institucional, a lo largo del tiempo. De esta forma, al igual que el capitán de un barco, “mi rol es conservar la fe y la visión del objetivo, mantenerlo siempre vivo”, señala la Directora. No obstante las dificultades, Elisabetta tiene como aliadas la vitalidad, creatividad y energía de los argentinos que acompañaron y acompañan el proyecto.
De esta forma, encontró en el trabajo conjunto una gran complementariedad entre la unión de estas dos fuerzas: la argentina con su creatividad e ingenio y, por otro lado, la italiana con su capacidad de tener fe en el futuro. Así, nuevamente, y en pleno siglo XXI, se vuelven a unir los lazos que alguna vez se habían ligado durante las migraciones. Y se prepara el terreno para las generaciones futuras, para que las raíces vuelvan a florecer. No queda duda de que el Teatro Coliseo es un símbolo vivo de la italianidad, un faro de su cultura. Sin embargo, también es retoño de la fibra argentina. La conferencia de Elisabetta, “Italia-Argentina: el amor como puente, la cultura como camino”, es evidencia viva de ello.