El pasado viernes 5 de diciembre se realizó il Concerto di Natale. Fue organizado por el Consulado General de Italia en Buenos Aires en el Teatro Coliseo, único teatro italiano fuera del territorio. El gran protagonista de la velada fue Giovanni Allevi, el gran compositor, pianista, director de orquesta, filósofo y escritor italiano que ofreció un concierto exclusivo e inolvidable. Asimismo, se dio la bienvenida al nuevo Embajador de Italiana en Argentina, Fabrizio Nicoletti quien asumió su cargo en noviembre del corriente año.
Un Concierto de Navidad distinto junto a Giovanni Allevi
En el marco del saludo de fin de año del Consulado General de Italia en Buenos Aires, capitaneado por el Cónsul Carmelo Barbera, este viernes 5 de diciembre se realizó el Concerto di Natale. El evento fue precedido por el tradicional acto institucional del Consulado General, presentado por el reconocido actor Mauricio Dayub. El primero en tomar la palabra fue Carmelo Barbera. Con un discurso mitad en italiano y mitad en español, dio la bienvenida al nuevo Embajador de Italia en Argentina, Fabrizio Nicoletti, y a su esposa, Martina Maione. Asimismo, también destacó la labor del Consulado. Hizo especial hincapié en la importancia de la ciudadanía activa y en los diversos proyectos destinados a las nuevas generaciones, “el futuro de la colectividad”. De esta forma, mencionó la MaraTana, el Campionato Scuola Pizzaioli y la Diplomatura en Estudios y Gestión de Instituciones de la Colectividad Italiana en Argentina, entre otras iniciativas.
“La nostra italianità si traduce in servizio”
Una de las sorpresas de la noche fue el discurso realizado por el flamante nuevo Embajador de Italia en Argentina, Fabrizio Nicoletti, quien realizó un llamado especial a los hijos y descendientes de italianos. El Concerto di Natale fue el primer cierre del año en el que participó con su nuevo cargo. Asimismo, se refirió con notada emoción al trabajo que diariamente realiza el Consulado y todos sus trabajadores. “So per sperienza diretta come lavora il Consolato. La nostra italianità si traduce in servizio”.
Asimismo, durante su discurso, en repetidas ocasiones refirió a la gran emoción que lo atraviesa siendo Embajador en Argentina, “un grandissimo onore, una grandissima emozione”. Destacó, además, la importancia de Buenos Aires para con el mundo de la italianidad. Siendo la ciudad más italiana fuera de las fronteras de Italia, por su estilo de vida, la cultura y la arquitectura.
“Siamo tutti una grande squadra, somos un equipazo”
Casi llegando al término de su disertación, Fabrizio auguró buenos deseos hacia las relaciones bilaterales de ambas naciones: “Guardiamo il futuro delle nostre relazioni bilaterali”. Y expresó la necesidad de poseer “serietá e coraggio” pensando en las próximas generaciones. Para finalizar, volvió a resaltar la tarea cotidiana realizada por las instituciones diplomáticas. De hecho, comparó al equipo consular con un equipo de fútbol. Nada más y nada menos, que con la squadra argentina, capitaneada por el Messi y el Di María del Consulado. Estamos hablando de Carmelo Barbera y Lorenzo Conti, a quienes hizo poner de pie – junto a sus trabajadores – para que todos los asistentes al concierto reconocieran su labor cotidiana y los aplaudieran. “Siamo tutti una grande squadra, somos un equipazo”, finalizó.
La Ordine della Stella d’Italia y el Merito al Lavoro
Luego, con la conducción de Mauricio Dayub, se dio paso a la entrega de distinciones a algunos referentes por su labor destacada para con la colectividad. De esta forma, se nombró Cavaliere dell’Ordine della Stella d’Italia a Monica Arreghini, al chef Leonardo Fumarola y a Maria Alejandra Pietramala (Presidenta y Directora de la Dante Alighieri de Merlo). ¿Qué significa ser “Cavaliere dell’Ordine della Stella”? Se trata de una condecoración de alto nivel otorgada por la República Italiana a personas que, a través de su vida y actividades, se han dedicado a promover la cultura italiana y fortaleciendo los lazos internacionales. especialmente en el extranjero.
Después se continuó con la entrega de la Stella al Merito del Lavoro. Esta también es una condecoración de la República Italiana. En esta ocasión, se premia a trabajadores que se han distinguido por su pericia, laboriosidad y buena conducta moral, otorgando el título de “Maestro del Lavoro”. De esta forma, se entregó tal distinción al ingeniero Raffaele Arizio y a Francisco Spasaro.
Giovanni Allevi, el broche de oro del Concerto di Natale
Una vez realizadas las diversas condecoraciones, finalmente llegó el momento más esperado de la noche. Al levantarse el telón, solo se encontraba el gran protagonista de la noche, el piano. Con un gran aplauso inicial subió, al gran escenario del Teatro Coliseo, Giovanni Allevi, compositor, pianista, director de orquesta, filósofo y escritor italiano. Se trata de una de las personalidades más influyentes de la cultura musical contemporánea tanto dentro como fuera de Italia, a nivel mundial. Giovanni Allevi es, sin ninguna duda, un gran referente de la renovación de la música culta y un reconocido pensador en temas de innovación y cambio. De hecho, ha acercado la composición a las nuevas generaciones y se presentó en escenarios emblemáticos como Carnegie Hall, La Scala de Milán y el Auditorio de la Ciudad Prohibida.
“Non mostrare la musica ma la gioia di vivere”
En 2025, estrenó en la EXPO de Osaka el Adagio de su Concierto para Violoncello del álbum ‘Nostalgia’, y presentó en el Festival de Cine de Roma el documental Allevi – Back to Life, un relato intenso y poético de su regreso a la música y a la vida tras una larga enfermedad. Largo e innecesario sería contar datos que encontramos en Google. Lo importante sucedió en el Teatro Coliseo cuando las luces del escenario se encendieron, los murmullos callaron y todos los ojos, oídos y corazones estaban atendiendo al músico. El Concerto di Natale fue el primer concierto en Buenos Aires del gran compositor. Durante más de una hora, Giovanni Allevi transportó a los asistentes a un viaje. Sin embargo, no era un itinerario cualquiera.
Se trató de un viaje a través de emociones, sensaciones, la propia naturaleza del ser humano y vivencias. Fue también una invitación a “parar la pelota”, a disfrutar del aquí y el ahora (lo que los latinos conocían con el “hic et nunc”), a mirar con detenimiento la cotidianeidad, sin pasar de largo, sin que la urgencia nos absorba. Cada canción estuvo debidamente introducida por su compositor. Cada melodía se transformó en un pasaje directo al momento de su composición, a la simpleza de lo cotidiano. Desde una frase de Jorge Luis Borges hasta la caída de las compras de una mujer en el subterráneo. La belleza de las cosas simples. Eso es la música de Giovanni Allevi. La vida que se sabe efímera pero que, con más ahínco, se aferra a vivir, a sentir y a comunicar “la gioia di vivere”.