El 4 de septiembre, Día del Inmigrante en Argentina, llegaba a la colectividad una gran noticia. Se trata de la aprobación de la ley en la Legislatura Porteña que otorga, por un plazo de 30 años, el predio para la construcción del Museo de la Inmigración Italiana. ¿Dónde está? Nada más y nada menos que frente al Aeroparque Jorge Newbery, donde se encuentra actualmente el Monumento a Cristóbal Colón. En este día tan importante y simbólico para la colectividad, “La Sfogliatella” entrevistó al Dr. Darío Signorini, actual Presidente de FEDIBA y del COMITES de Buenos Aires, y gran impulsor del proyecto.
Luz verde para el Museo de la Inmigración Italiana
“De una desgracia sacamos una oportunidad”, así lo definía el Dr. Darío Signorini, actual Presidente de FEDIBA y del COMITES de Buenos Aires, cuando allá por los alrededores del 2014 se emplazaba el Monumento de Cristóbal Colón. El lugar elegido era mejor que el anterior donde había habitado: de la Casa Rosada a Costanera Norte. Y Colón mirando al frente, a ese río por donde había navegado de Europa a América. Sin dudas, fue un largo periplo, de luchas, noches sin dormir y gran trabajo conjunto. Tal vez la colectividad aún no se daba cuenta. Terminaba el último viaje de Colón pero comenzaba otra gran aventura.
Un Dia del Inmigrante distinto
Pasaron unos cuantos años, la pandemia de por medio, y la llama de la italianidad continuó encendida. Casi terminando el año 2023, se firmó el permiso de uso del predio para la construcción del Museo. Un año después, en diciembre de 2024, se realizó la primera lectura del proyecto que contó con el apoyo de 54 legisladores sobre 57. Los augurios eran favorables, las velas soplaban a nuestro favor. Con viento en popa, el sueño iba a buen puerto. Finalmente, la espera terminó y no podía haber sido en una fecha más simbólica. El mismo 4 de septiembre, Día del Inmigrante en Argentina, llegaba una buena noticia. En la Legislatura Porteña, se aprobó la ley que otorga, por un plazo de 30 años, el predio para la construcción del Museo de la Inmigración Italiana.
“Este proyecto es una inversión cultural”
El Dr. Darío Signorini es el actual Presidente de FEDIBA, institución que impulsa la construcción del Museo. Visiblemente emocionado y con muchos recuerdos en el corazón, señala que la Ley significó “una alegría muy grande porque el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, representado por su legisladores en forma mayoritaria y absoluta, aprobó este proyecto que es una inversión cultural. Cuando la situación cultural en el país está castigada, aparecemos nosotros, los italianos, como siempre, con mucha inteligencia, con talento y con ingenio para proponer un proyecto cultural de esta envergadura”.
Mirando el pasado, construyendo el futuro
Claramente que la Ley haya sido aprobada un 4 de septiembre convierte a todo el evento en un día más que simbólico. Casi como si los hados quisieran honrar, desde todas las esferas, a nuestros antepasados. Y la referencia, durante la entrevista, no pasó desapercibida. “Es algo maravilloso. A veces dicen que es casualidad, otros dicen que es causalidad. Yo creo que hay cierta influencia de otros planos donde hay mucha gente que quiere que esto se haga. El 4 de septiembre, el Día de los Inmigrantes en la Argentina, nos proporcionó este regalo: continuar con la senda de otras personas que dejaron todo por esta colectividad y por esta Argentina”, expresa el Presidente de FEDIBA.
La colectividad italiana está unida y organizada
Darío Signorini participó de la sesión que aprobó la ley. No estaba solo. Junto a él se encontraban otros referentes de la italianidad y miembros de FEDIBA: el secretario Jose Stracquadaini, la tesorera Silvina Valoppi y Roberto Andolina. Detrás de ellos, invisible en la foto, está toda la comunidad italiana, que acompaña desde los inicios. “Las organizaciones representativas, las autoridades diplomáticas, la Embajada, el Consulado, los diputados y senadores italianos, todo el conjunto de la sociedad”.

Esta imagen refleja el trabajo que se realiza dentro de la colectividad. Los logros no son fruto de las luchas individuales, sino del trabajo conjunto para aunar esfuerzos, de manos que tiren para el mismo lado. Solo es posible afrontar desafíos como estos “con una colectividad unida y organizada”, señala Darío.
El ADN italiano late en las venas argentinas
Claro está que no lo aprendimos de un día para el otro. El conocimiento del saber hacer, de saber trabajar de manera mancomunada fue heredado. Forma parte de nuestra genética, de nuestro ADN, de sabernos y sentirnos orgullosos de ser ítalo-argentinos. Y hacer en consecuencia. “Yo siempre sostengo que somos socios fundadores de Argentina. Venimos de la revolución de 1810 con Manuel Belgrano y algunos otros más, hasta nuestros tiempos”, recuerda Signorini. Y añade que todo ello es gracias al ADN italiano. “Creo que hay que seguir difundiéndolo. Está formado por la fe, la familia, el trabajo, sobre todo por la pasión”.
Un nuevo punto de partida
Aquellos que somos viajeros, lo decimos constantemente, casi como un leit motiv. El viaje se vive “cuando lo soñamos, cuando lo vivimos y cuando lo recordamos”. Al igual que sucedió con Cristóbal Colón, el viaje del Museo de la Inmigración recién comienza. La pregunta obvia, luego de la aprobación del predio, es cómo seguir. Darío lo expresa claramente: “Seguimos trabajando para cumplir con lo que hemos prometido, que es el desarrollo del edificio, los contenidos y poder brindar lo antes posible a la sociedad el proyecto cultural que nos merecemos”.
Para poder seguir adelante es necesario que las fuerzas no decaigan, que la colectividad siga trabajando como hasta ahora, que las manos se multipliquen y dinero, para poder sostener las obras. Aquellas empresas que quieran colaborar con el Museo, “deben conectarse con FEDIBA, organización que tiene personería jurídica. Hasta que se genere la Fundación del Museo, vamos a trabajar con el ingreso de donaciones para poder desarrollar el proyecto”.
El Museo de la Inmigración Italiana, más que solo paredes
Debemos aclarar que la idea de FEDIBA es construir un museo interactivo y mutimedial, con la más alta tecnología, similar a aquel que se encuentra en Génova, el Museo Nacional de la Emigración Italiana. Donde no hay recuerdos estáticos, sino una nueva posibilidad para interactuar con el pasado. Por lo tanto, el Museo de la colectividad italiana en Argentina es más que su construcción. Es una forma de conservar la memoria, de atesorarla, para que no se pierda. “El Museo es para todos y todos deberíamos colaborar, en menor o en mayor medida, para el lograr esta herramienta cultural. Por un lado, para que nos permita mostrarles no solo a la Argentina, sino a los miles de turistas y a toda la comunidad lo que los italianos somos capaces de hacer”.
Un lugar de encuentro entre italianos y argentinos
Además, y no menos importante, el Museo de la Inmigración Italiana es símbolo de legado, de continuidad, de puente entre pasado, presente y futuro. Significa cimentar las bases, conducir la antorcha de la italianidad a las nuevas generaciones. “Es un proyecto que nos junta a todos, que nos identifica para honrar la memoria de quienes nos precedieron y también para trabajar con los jóvenes para el presente y el futuro de esta colectividad y del aporte de los italianos en la Argentina”. Para finalizar, el Dr. Darío Signorini resalta con especial acento que dicho proyecto “es el sueño que debe encontrarnos unidos y organizados como colectividad para llevar adelante este reencuentro de todas las generaciones, de todas las regiones de Italia y todos los ítalo-argentinos“.