El patrono principal de Italia, de los animales y de los ecologistas fue quien dio origen a la tradición de armar un pesebre en las vísperas de Navidad para recordar el nacimiento de Jesús.
Quién fue San Francisco de Asís
Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi, aunque su nombre en realidad era Giovanni di Pietro Bernardone) nació en la ciudad de Asís en el año 1181 en el seno de una familia adinerada de la época. Su padre era un importante comerciante de la ciudad y esto hizo que, en su juventud, Francisco fuera un muchacho despreocupado, que solía disfrutar de la compañía de sus amigos y de las fiestas. Sin embargo, todo eso cambió en un viaje a Apulia, en 1025. Allí, según las crónicas de quienes siguieron de cerca la vida del santo, Francisco escuchó una voz que le recomendaba regresar a su ciudad natal. De acuerdo con los relatos, Francisco era un joven jovial y extrovertido, pero después de este viaje, comenzó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal.
El punto culminante de su transformación se produjo cuando convivió con los leprosos, a quienes tiempo antes le parecía “extremadamente amargo” mirar. Después, se dedicó a la reconstrucción de la capilla de San Damián. Según los relatos, Francisco vio al crucifijo de la iglesia hablarle y decirle: “Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas”.
Francisco decidió vender el caballo y las mercancías de su padre en Foligno para recaudar fondos para la reconstrucción de la capilla. Sin embargo, el sacerdote de la iglesia rechazó su ayuda.
El padre de Francisco, al darse cuenta de la conducta de su hijo, se enfureció y salió en su búsqueda. Pero Francisco estaba escondido y no lo encontró. Un mes después, Francisco decidió enfrentarse a su padre. En el camino a su casa, las personas con las que se encontró lo recibieron mal y, creyéndolo un lunático, le lanzaron piedras y lodo.
A pesar de las dificultades que enfrentó, Francisco siguió adelante con su misión. En 1209, fundó la Orden Franciscana, una orden religiosa que se caracteriza por su pobreza, humildad y servicio a los demás. Francisco murió en 1226, a la edad de 44 años. Dos años después fue canonizado santo y es el patrono de Italia.
El primer pesebre
La tradición del pesebre se remonta al siglo XIII. Más precisamente un 24 de diciembre de 1223, San Francisco de Asís representó el nacimiento de Jesús en una cueva de Greccio, en Italia. Francisco quería que los fieles pudieran experimentar la simplicidad y la humildad del nacimiento de Jesús, y por eso eligió una cueva y utilizó figuras sencillas hechas de paja y madera.
La representación de Francisco fue un éxito, y pronto se extendió por toda Europa. Los pesebres se empezaron a colocar en las iglesias y en las casas, y se convirtieron en una forma popular de celebrar la Navidad.
En los siglos siguientes, el pesebre se fue enriqueciendo con nuevos elementos. Se añadieron figuras de animales, ángeles, pastores y magos, y se empezó a utilizar materiales más elaborados, como la cerámica, el yeso y el plástico.

En 1955 se celebró un Congreso Belenista donde quedó definido en que consistía el pesebre. Allí se definió: “entendemos por pesebre la representación plástica y objetiva del nacimiento de Jesús mediante la disposición de un país visto de manera panorámica, en el que se sitúa una diversidad de figuras móviles que se pueden mover y alterar de sitio a gusto del que hace el pesebre. Toda otra figuración del nacimiento de Jesús, representada en pintura, vidriería, bajo relieve o cualquier otra manifestación artística que no reúna las condiciones indicadas, no puede ser considerada como pesebre“.