La leyenda de la Befana: la bruja buena de los regalos

Desde los picos nevados de los Alpes hasta las soleadas costas de Sicilia, Italia es una tierra rica en historia, cultura y, por supuesto, tradiciones fascinantes. Entre las muchas joyas que adornan el manto cultural italiano, destaca una figura misteriosa y entrañable: ¡la Befana! Pero, ¿quién es este personaje legendario? Preparate para conocer la historia de esta fascinante protagonista de las festividades italianas.

Los misteriosos orígenes de la Befana

El origen de la Befana es incierto, pero se cree que tiene raíces paganas. Una teoría sostiene que la Befana es una adaptación de la diosa romana Strenia, que era la personificación del Año Nuevo. Otra teoría sostiene que la Befana es una adaptación de la diosa griega Hecate, que era la diosa de la magia y la brujería.
Con el tiempo, la figura de esta mítica bruja se entrelazó con la narrativa cristiana de los Reyes Magos. De hecho, una de las leyendas cuenta que cuando Melchor, Gaspar y Baltasar iniciaron su largo viaje a Belén para ver al Niño Jesús, se perdieron en el camino y le pidieron información a una anciana. Ésta les indicó por dónde debían seguir y, a modo de agradecimiento, los Reyes Magos la invitaron a sumarse al viaje. Sin embargo, la señora se negó.
Una vez que los Reyes Magos se marcharon, la anciana lamentó no haberles seguido, por lo que preparó un saco lleno de caramelos y se puso a buscarlos, pero fue en vano. La señora empezó entonces a llamar a todas las puertas, dando caramelos a todos los niños que encontraba, con la esperanza de que alguno de ellos fuera el propio Niño Jesús.

La Befana - Dulces de la befana.
La Befana llena de dulces los calcetines de aquellos niños que durante el año se portaron bien.

Con el paso del tiempo, la Befana se convirtió en una presencia única que encanta a generaciones tras generaciones y que surca los cielos en su escoba mágica durante la víspera de la Epifanía, el 5 de enero. De hecho, según el sitio Festa della Befana, el término “Befana” procede del griego “Epifanía”, que significa “aparición” o “manifestación”.
Originalmente, esta bruja tenía un aspecto más temible y se la representaba como una bruja malvada que castigaba a los niños malos. Hoy en día, es conocida como “la bruja buena”.

Características de la Befana

La Befana es una anciana encogida, con pocos dientes, el rostro arrugado y, según la región, se la representa con una nariz muy grande. Su aspecto deriva de una representación simbólica del año viejo, es por eso que, una vez que termina la fiesta de la epifanía, se suelen quemar los muñecos que representan su figura, como símbolo del fin del año viejo y comienzo del año nuevo.
Para abrigarse adecuadamente, la Befana viste faldas largas, forradas y remendadas de forma alegre. También usa calcetines gruesos y zapatos negros. Sobre sus hombros, a veces encorvados, siempre lleva un chal de lana gruesa y colorida.
Cabe destacar que, a diferencia de las brujas de la tradición anglosajona, la Befana no lleva un sombrero puntiagudo. En su lugar, sólo utiliza un pañuelo de tela gruesa o un pañuelo de lana anudado visiblemente bajo la barbilla.

La Befana - La bruja en su escoba.
La bruja buena visita a los niños durante la noche del 5 de enero y el 6 de enero, y les deja dulces si se portaron bien.

Según la tradición, la Befana hace regalos a los niños buenos y les da carbón o ajo a los chicos que se portaron mal. El carbón -o incluso la ceniza-, como antiguo símbolo ritual de las hogueras, se colocaba inicialmente en las medias o los zapatos junto con dulces, en recuerdo de la renovación de la estación, pero también de los muñecos quemados. En siglos posteriores, los creyentes católicos comenzaron a colocar solo carbón y/o ajo en las medias y los zapatos como castigo para los niños que se habían portado mal durante el año anterior, obviando los dulces.

Festividades según algunas regiones italianas

En Lombardía, la llegada de la Befana se celebra con un diferentes espectáculos en la vía pública. No es raro ver a la Befana repartiendo golosinas y pequeños regalos entre la multitud, esparciendo alegría a su paso. En el Véneto, la noche del 5 al 6 de enero se quema en los campos un muñeco de paja con la forma de la Befana. Se trata de un rito que, como mencionamos antes, simboliza el fin del año viejo y el inicio de uno nuevo. Además, las familias tienen como tradición en esta fecha beber vino caliente y comer pinza, un postre típico del Véneto.
En la isla de Sardegna, la bruja comienza su viaje en la capital, Cagliari, con un gran espectáculo y un desfile, y luego sigue su viaje a través de las ciudades más importantes, con shows y regalos para los más chicos. Además, las plazas suelen llenarse de luces y música para recibir a la vieja bruja.

Un legado mágico que perdura

No hay dudas que esta antigua tradición sigue viva en los italianos de todo el país y, aunque algunas costumbres han cambiado con el paso del tiempo, la visita de la Befana se mantiene mientras los niños esperan, ilusionados, ver sus calcetines llenos de dulces y cantan la Befana vien di notte con le scarpe tutte rotte col cappello alla romana viva la Befana!” [La Befana viene de noche con las bufandas todas giradas a la romana ¡Viva la Befana!]

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