En los rincones más recónditos de la historia artística argentina, se teje una trama fascinante que une dos mundos: el encanto del arte italiano y la pasión desbordante de la tierra del tango y el mate. Este vínculo, que se remonta a más de un siglo atrás, ha dejado una huella indeleble en el panorama artístico argentino, inspirando a artistas de diversas disciplinas a través de generaciones.
En el marco del Día Mundial del Arte, profundizamos en esta fusión tan particular.
Día Mundial del Arte: Homenaje a Leonardo da Vinci
En noviembre de 2019, durante la 40ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO, se fijó el 15 de abril como el Día Mundial del Arte, en honor al nacimiento del gran maestro renacentista Leonardo da Vinci. Esta fecha es un recordatorio de la importancia del arte en nuestras vidas y su capacidad para trascender barreras culturales y emocionales, conectando a las personas a través de la belleza, la creatividad y la expresión humana.
La huella imborrable del arte italiano en Argentina
Argentina es un país que siempre estuvo profundamente conectado con Italia. Esta influencia se puede apreciar en diversos aspectos, desde la arquitectura y la escultura hasta la pintura y la música.
Los primeros indicios de esta conexión se remontan a la época colonial, cuando artistas italianos llegaron al país para trabajar en proyectos arquitectónicos y religiosos. Con el tiempo, esta influencia se intensificó con la llegada de miles de inmigrantes italianos que trajeron consigo sus tradiciones artísticas y su pasión por la belleza.
El arte plasmado en la arquitectura
Un ejemplo destacado es el imponente Teatro Colón en Buenos Aires, cuya arquitectura neorrenacentista y neobarroca refleja claramente la influencia italiana en su diseño. La licitación para la construcción del complejo la ganó el músico y empresario de ópera italiano Angelo Ferrari (1835-1897), quien presentó un proyecto del arquitecto e ingeniero italiano Francesco Tamburini (1846-1890).
Asimismo, la Ciudad de la Plata, con su trazado urbano inspirado en las ciudades italianas del Renacimiento, es otro testimonio del legado artístico italiano en tierras argentinas. El Palacio del Congreso de la Nación Argentina se destaca por su eclecticismo grecorromano, dentro del academicismo italiano del autor Vittorio Meano.
En la provincia de Córdoba, podemos encontrar edificios emblemáticos como el Centro de Arte Contemporáneo Chateau Carreras. También el colegio Jerónimo Luis de Cabrera y la antigua Legislatura con un estilo italiano inequívoco.
Corrientes es otra provincia donde es posible apreciar la enorme huella que dejó el arte italiano en el perfil edilicio de su capital. Alrededor de la plaza 25 de mayo se encuentran la Casa de Gobierno, el Ministerio de Gobierno, la Iglesia de la Merced y la Escuela Sarmiento. También se destacan la Catedral, la Escuela Belgrano y la Sociedad Italiana.
La música como lazo sagrado de unión
El tango, considerado el alma musical de Argentina, también ha sido influenciado por el arte italiano. Muchos de los tangos más emblemáticos fueron compuestos por músicos de ascendencia italiana, como Carlos Gardel, quien fusionó melodías italianas con ritmos porteños para crear piezas inolvidables que han perdurado en el tiempo. Sin ir más lejos, los apellidos de los grandes pioneros del tango son italianos: Piazzolla, Troilo, Discepolo, Corsini, entre otros.
Tampoco podemos dejar afuera a cantantes románticos como Roberto Sánchez (más conocido como Sandro) o “Cacho” Castaña (cuyo apellido en realidad era Castagna, de origen italiano). Ambos se destacaron por el gran éxito tanto en Argentina como en Europa y, más precisamente en Italia. El gusto por ese estilo musical fue recíproco, por eso hay una gran admiración por artistas de la talla de Nicola di Bari, Sergio Endrigo y Gino Paoli, entre otros.
Artistas argentinos cautivados por el arte italiano
A lo largo de la historia, numerosos artistas argentinos se han visto profundamente influenciados por el arte italiano. Entre ellos se destacan:
– Antonio Berni: Antonio nació en Rosario, provincia de Santa Fe, el 14 de mayo de 1905. Su padre, Napoleón Berni, era un sastre nacido en Italia. Su madre, Margarita Picco, era argentina hija de inmigrantes italianos.
Berni siempre mantuvo un profundo compromiso social. Su icónico personaje, Juanito Laguna, un niño cartonero marginado, se convirtió en una crítica a la desigualdad social y un símbolo del arte argentino con proyección internacional. La influencia del arte italiano en Berni se manifestó en su temprana formación en Europa, donde estudió con maestros ligados a la vanguardia. Sin embargo, Berni supo reinterpretar esa herencia para crear un arte profundamente arraigado a la realidad argentina.
– Emilio Pettoruti: Escultor y pintor ítalo-argentino, reconocido por su estilo expresionista. Sus obras, cargadas de emoción y simbolismo, reflejan la influencia de artistas italianos como Medardo Rosso y Giacomo Manzù.
– Raquel Forner: Pintora y grabadora argentina, cuya obra se caracteriza por su fuerte contenido social y político. En sus trabajos se puede apreciar la influencia del arte italiano del siglo XX, especialmente del cubismo y el futurismo.
– Lucio Fontana: Nacido en Rosario, de padres italianos, representa un caso único en la historia del arte. Su obra, caracterizada por los tajos o “Conceptos espaciales” sobre la tela, lo posicionó como un pionero del arte espacialista y una figura influyente en el arte contemporáneo internacional.
Si bien Fontana desarrolló su carrera principalmente en Italia, su conexión con Argentina fue profunda. Su formación inicial en Rosario y su regreso al país en la década de 1940 marcaron su sensibilidad artística y lo llevaron a explorar nuevas formas de expresión.