Cerdeña (Sardegna) es una isla que es un verdadero paraíso en el corazón del Mediterráneo. Conocida por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, este lugar es un destino turístico popular. Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué más tiene para ofrecer esta increíble isla? Acompañanos en este viaje mientras descubrimos cinco lugares poco conocidos de esta “joya del Mediterráneo”.
Cinco tesoros escondidos en Cerdeña
Cerdeña (Sardegna en italiano), la isla italiana bañada por aguas turquesas y coronada por montañas escarpadas, es un destino que seduce a miles de visitantes cada año. Sin embargo, más allá de las playas paradisíacas y los pueblos costeros con encanto, se esconde una Cerdeña secreta, llena de lugares mágicos y vírgenes por descubrir.
A continuación, vamos a contarte cuáles son esos lugares que sí o sí tenés que conocer si viajás a esta paradisíaca isla y que seguramente te fascinarán desde el primer momento en el que pongas tus pies allí.
Bosa: Un encantador tesoro a orillas del mar
Bosa, ubicada en la costa occidental de Sardegna, es una pintoresca ciudad con un encanto medieval único. Sus estrechas calles empedradas y casas de colores pastel que se alinean a lo largo del río Temo, el único río navegable de la isla, hacen de este pueblo un lugar digno de ser visitado.
No te pierdas el Castillo Malaspina, una fortaleza del siglo XII que se alza majestuosamente sobre la ciudad, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes del mar y el paisaje circundante. Otro imperdible: el Museo delle Conce. Bosa es una ciudad que se destaca, no solo por su belleza, sino también por haber sido cuna de una pujante industria vinculada a la curtiembre. Este museo, ubicado justamente en un edificio del año 1700 donde funcionó una curtiembre, recoge la historia de esta actividad, sus orígenes, auge y decadencia. En el lugar se puede observar la maquinaria de la época y recorrer, a través de imágenes y una visita guiada, cómo funcionaban las fábricas del pueblo a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Grotta di Nettuno: Una maravilla natural única
Ubicada en el extremo noroeste de la isla, la Grotta di Nettuno es una maravilla natural fascinante. Accesible solo por mar o a través de la Escala del Cabirol (la escala del corzo en catalán), una escalera de 656 escalones tallada en el acantilado, la gruta es un espectáculo de estalactitas y estalagmitas que parecen sacadas de un cuento de hadas. Dentro de la gruta, larga más de un kilómetro, encontrarás una playa de arena blanca, el lago salado subterráneo Lamarmora, con casi diez metros de profundidad, y cuatro salas. En la Sala della Reggia (Sala del Palacio) se encuentra una columna de 18 metros que se eleva hacia la bóveda y forma dos arcadas espectaculares. Además, desde la llamada Tribuna de la Música, se pueden obtener vistas únicas del lago.
Barumini: Un viaje en el tiempo a la era de los Nuraghi
Este sitio arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga los restos de una antigua ciudad nuragica, una civilización que habitó Cerdeña en la Edad del Bronce y sobre la que aún hoy se tiene poca información. Sus imponentes torres de piedra de más de 3.000 años nos permitirán conocer en profundidad la fascinante historia de la isla y sus secretos.
Hasta el momento se identificaron casi 8.000 Nuraghi distribuidos en la isla, aunque los arqueólogos estiman que hubo muchos más. También te recomendamos visitar el nuraghe Su Nuraxi, situado en la provincia de Barbagia. El complejo consta de una torre central rodeada por una serie de torres más pequeñas, todas construidas con grandes bloques de basalto.

Isola dell’Asinara: Naturaleza salvaje en estado puro
La Isola dell’Asinara es un lugar de visita obligatorio para los amantes de la naturaleza y la aventura. Esta isla, anteriormente utilizada como colonia penal, ahora es un refugio de vida silvestre protegido, hogar de una rica variedad de flora y fauna. Los visitantes podrán montar en bicicleta de montaña, a caballo, en vehículos todoterreno o en pequeños trenes y recorrer los senderos señalizados dentro de más de cinco mil hectáreas de territorio protegido.
A lo largo del recorrido, es posible encontrarse con burros blancos (el símbolo del lugar), muflones, jabalíes, caballos y una gran variedad de aves entre las que se destacan la gaviota corsa, la curruca moñuda, el halcón peregrino y la urraca.
Orgosolo: Cuna de tradiciones
Ubicada en el interior montañoso de Sardegna, Orgosolo es una localidad famosa por sus murales callejeros que adornan las fachadas de sus edificios. Cada obra de arte cuenta una historia, reflejando la rica historia y la cultura arraigada de la región.
El pueblo, de cuatro mil quinientos habitantes, es famoso en todo el mundo por sus sugestivas pinturas que hablan de política y cultura, de disensiones íntimas y luchas populares, de malestar y justicia social, de la vida cotidiana y de las tradiciones pastorales.
Entre los monumentos naturales de la ciudad, no hay que perderse el cañón de Gorroppu, de 22 kilómetros de largo y muros de 450 metros de altura, lo que lo transforman en uno de los más profundos de Europa.